
El mejor jugador de la historia de Chile definitivamente dejó el fútbol. Era abril de 1993 en la cancha del estadio Jorge Silva Valenzuela de San Fernando cuando comenzaba la leyenda. Un joven proveniente de Temuco hacía su estreno en el profesionalismo. Vistiendo la azul de Universidad de Chile entró a jugar algunos minutos ante un modesto Colchagua. De ahí, nadie lo detuvo.
Campeón en 1994, 1995.... y así por largos años. La U, River Plate, Lazio, Juventus y la Selección Nacional le vieron vestir sus colores entregando alegría a las multitudes que lo alababan a coro: ¡¡¡¡matador, matador, dale matador!!!!
Ese fue el gran Salas, ese que el pasado domingo ante Cobreloa le marcó sus dos últimos goles como profesional. Misma escuadra con la que marcó su primer tanto en 1994.
Ahora José Marcelo Salas Melinao, el shileno, matador, romperedes y de las formas en que lo apodaban, hizo grande su nombre y sus piernas de oro, donde el talento afloró para dar alegrías desde un colocolino, cobreloino, bullanguero o cruzado, a todos por igual.
Por todas las alegrías que nos diste, con goles hermosos como el de Wembley ante Inglaterra, ante Bolivia en el Nacional para clasificar a Francia '98, como contra Perú, como contra Brasil en el histórico 3-0, un jugador de aquellos al que hay que agradecerle mucho..... ese siempre será el ¡¡¡Matador!!!
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