RANCAGUA.- Las expectativas por ver el debut de local, de este nuevo equipo eran altas. Un discurso de fútbol ofensivo, desbordes y un constante protagonismo, provocaron que el ambiente deportivo local se ilusionara con presenciar en la cancha de El Teniente, a una escuadra con ansias de gol, que llenará el paladar de todos quienes siguen a O’Higgins.
En la cancha nada de eso se vio. Sólo un equipo carente de ideas y reacción. Donde cada uno juega por su lado, intentando a fuerza de ganas, únicamente deseos, salvar el barco que salió al gramado hundido.
Al frente sólo estaba Palestino, un cuadro de menor peso, que no está acostumbrado a sacar ni siquiera un punto en sus visitas a Rancagua. Por eso, la felicidad en los tricolores, que no escatimaban en manifestaciones de alegría, una vez que el arbitro del encuentro sentenció el encuentro con su pitazo final. Una derrota que duele, por diversos motivos. Lo principal, es que la tarde de ayer, los muchachos de Sampaoli, no mostraron absolutamente nada. Segundo, Palestino rival directo del grupo, se roba tres puntos que pueden ser determinantes en la lucha por un cupo a los playoffs y tercero, porque las próximas dos fechas, se enfrenta a rivales que siempre le han propinado feas derrotas a O’Higgins; Cobreloa y Cobresal.
El duelo comenzó mal para O’Higgins. El esquema implementado por el Bielsa del Cachapoal, nunca puso en riesgo al sólido y ordenado esquema planteado por Luís Musrri, técnico de los árabes.
Los tantos para Palestino los anotaron Héctor Pericás a los 10 minutos y Esteban Sáez, a los 40', extendió el marcador. Los árabes sumaron cuatro puntos, mientras los celestes se quedaron con sólo una unidad.- (TEXTO Y FOTOS: http://www.elrancaguino.cl/)
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