Era uno de esos partidos que aparentaban -en el papel- ser unilaterales para el equipo de la división superior (Unión La Calera). Pero fue todo lo contrario, ya que la escuadra la serie C (Colchagua) lo sobrepasó en todas las líneas y lo vencía con claridad. Lamentablemente faltaron por jugar diez minutos a raíz que el generador del Municipal Valderrama comenzó a incendiarse.
En los casi 80 minutos que se disputaron bajo una incesante lluvia, los de la herradura le ganaban a los cementeros por 1-0 con tanto de Isaac Silva.
El elenco que adistra Juan Carreño salió con personalidad a la cancha, mostrando un nivel que no se le había visto esta temporada. Fue superior en todas las líneas, la presión al rival fue tal, que la visita no pudo urdir una jugada con más de tres toques. El circuito defensivo y de quite de Colchagua funcionó como un reloj. Rivera, Espinoza, Martínez, Pino y Román fueron unos perros de presa en el medio. Las pozas de agua que se formaron a raíz de la fuerte lluvia no disminuyeron el trajín colchagüino.
La historia comenzó temprano.
Eran las 15 horas y la lluvia se dejaba caer con mucha fuerza en San Fernando. Ya a esa hora la gente en la calle comenzaba a preguntar: ¿Se jugará el partido del Colchagua? Uno, como una persona educada que es, les decía sólo el árbitro dirá.
El mismo discurso lo repetí casi toda la tarde, hasta que pasadas las 18:30 horas ingresaba a un estadio Valderrama en penúmbras. En el acceso principal estaba Sergio Torres, gerente técnico de los albos, quién estaba sorprendido porque aun no llegaba la terna referil. Con justa razón porque se estila que los árbitros lleguen dos horas antes a los partidos.
Pasaban y pasaban los minutos y nada. Recién cuando faltaban poco menos de 40 minutos para la hora fijada de inicio del juego, José Campusano y compañía se hacían presentes y de inmediato se dirigían al campo de juego. Para ser sinceros no había inconvenientes para jugar pero la delegación de La Calera tenía unas ganas enormes de no jugar. El trio que impartiría justicia recorrió cada rincón del campo y determinaron jugar.
A esas alturas, Colchagua ya estaba listo para el calentamiento y Juan Carreño, esperaba que “la práctica” oficial para el duelo con Valdivia (sábado, 18 horas en el sur) saliera a la perfección.
El inicio del juego y las sorpresas.
Los primeros quince minutos de partido fueron de un vértigo inusitado en Colchagua. Todos corrían, todos anticipaban y se llegaba con cierta claridad. Pero, con el pasar de los minutos La Calera se prodigó un mejor juego de medio campo y neutralizó los ataques colchagüinos. Eso sí, sin llegar con peligro a la portería de Bonhome. A los 42 minutos, el duelo estuvo suspendido por instantes, luego que el árbitro del encuentro recibiera en su nuca una serpentina, por lo que debió ser atendido por paramédicos. Nada de cuidado y el duelo continuó. Así, los primeros 45 minutos terminaron igualados en cero.
En la segunda mitad, el cuadro de Juan Carreño se vio sorprendido de entrada. El elenco cementero tuvo dos ocasiones claras de gol que no lograron concretar. Flores y Alarcón generaron sosobras en la defensa local, pero eso significó que Colchagua despertara. Isaac Silva (quién había ingresado a los 46 minutos en reemplazo de Aravena) hizo de las suyas por la banda derecha. A los 58 minutos y tras un lanzamiento de esquina, Silva se encuentra el balón en área chica y la manda al fondo de los cáñamos. Era el 1-0 que, hasta ese instante, era muy justificado.
Pero a los 76 minutos el generador que brindaba energía a los torres de iluminación, no pudo más y dejó de funcionar. En primer término se pensó que era por falta de combustible, pero finalmente se determinó que literalmente “se quemó”.
A la postre, partido suspendido y la ANFP deberá hoy determinar que pasará con los diez minutos restantes.- (TEXTO: Deporteros; FOTO: Dalecolchagua.cl)
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